viernes, 5 de julio de 2013

INGREDIENTES:
- 200 g Galletas tipo maría
- 400 g Nata (para montar)
- 100 g Mantequilla
- 300 g Dulce de leche
- 4 Huevos (solo las claras)
- 4 Hojas Gelatina
PARA LA DECORACIÓN:
- 75 g Chocolate blanco
- ½ Sobre de cuajada
- 125 ml Leche
- 125 ml Nata
- 100 g Chocolate negro

PREPARACIÓN:
      Lo primero que hacemos es poner las cuatro hojas de gelatina, en un bol o tupper, con agua fría para que se vaya hidratando (al menos 6 minutos). A continuación trituramos nuestras galletas con ayuda de un rodillo, picadora, termomix, etc. Seguidamente ponemos en un bol los 100 g de mantequilla y metemos en el microondas un poquito para que se funda (para esta operación tenemos que estar un poco pendientes, pues funde muy rápidamente). A continuación añadimos la mantequilla fundida a las galletas trituradas y formamos una pasta o masa, si fuera necesario le añadimos un chorrito de leche.
Seguidamente con la masa de galletas cubrimos uniformemente, la base de un molde desmontable, presionándola un poquito. 
Seguidamente ponemos en un cazo los 300 g de dulce de leche, llevamos al fuego y calentamos a fuego bajo, dándole vueltas para que no se nos pegue, cuando este caliente añadimos las 4 hojas de gelatina, bien escurridas y removemos bien hasta que estén completamente disueltas, retiramos del fuego y dejamos enfriar un poquito, en un bol lo suficientemente grande para mezclar luego todos los ingredientes.
Mientras tanto separamos las claras de las yemas (las yemas las guardamos para utilizarlas con cualquier otro plato) y montamos por separado las 4 claras a punto de nieve y la nata. Para esta operación podemos ayudarnos de una batidora de varillas si disponemos de ella, si no lo tendremos que hacer a mano con unas varillas.
Una vez montada la nata y las claras las unimos con movimientos envolventes y suaves, para que no se nos bajen, añadimos esta mezcla donde tenemos el dulce de leche con la gelatina ya frio, mezclando con movimientos muy suaves y envolventes, hasta conseguir unir todos los ingredientes (no remover bruscamente pues se nos bajaría). Seguidamente vertemos toda la mezcla en el molde que hemos cubierto la base, con la pasta de galletas, alisamos uniformemente con el reverso de una cuchara.  Metemos en el frigorífico dejando enfriar bien para que cuaje, por lo menos 3 horas.
Pasado este tiempo fundimos los 100 g de chocolate negro al baño maría. Una vez fundido lo vertemos en un papel de hornear o sulfurizado y con ayuda de una espátula extendemos finamente. Cuando haya enfriado un poquito y antes de que se endurezca, lo dividimos en trozos de tamaño y forma, para que nos sirva para decorar nuestra tarta y dejamos enfriar por completo.
Seguidamente ponemos en un vaso los 125 ml de leche, añadimos el medio sobre de cuajada  y diluimos. A continuación ponemos en un cazo los 125 ml de nata y los 75 g de chocolate blanco, llevamos al fuego dándole vueltas hasta que se funda el chocolate. Cuando veamos que esta a punto de hervir, retiramos del fuego y añadimos la leche con la cuajada disuelta, volvemos a llevar al fuego, sin parar de darle vueltas y antes de que hierva retiramos del fuego. 
 Dejamos enfriar un pelín pues cuaja enseguida y antes de que cuaje la mezcla, la vertemos sobre nuestra tarta, para evitar que se mezclen, ponemos un cucharón boca abajo lo más cerca posible de la tarta, pero sin tocarla y vertemos poco a poco la crema de chocolate blanco sobre el cucharón para que caiga más despacio, y no traspase el mousse de dulce de leche. A continuación decoramos con el chocolate negro que hemos partido sobre el papel sulfurizado y que ya estará endurecido.
Dejamos en el frigorífico hasta la hora de servir y lista, para saborear esta rica tarta mousse.  

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