lunes, 8 de julio de 2013

INGREDIENTES:

  • 1 barra de pan para torrijas (sirve el normal también)
  • 600 militros de leche semidesnatada
  • Aceite de girasol
  • 2 huevos
  • Azúcar
  • Canela

ELABORACIÓN DE LAS TORRIJAS: 

01. Cortamos las rebanadas de pan a un grosor que nos permita dejar las torrijas esponjosas, en torno a los 3 o 4 cm. cada una. Recuerda que los extremos del pan se desechan. En este caso he utilizado pan especial para torrijas, es un poco más esponjoso, con más miga y de mayor tamaño que el normal pero puedes utilizar cualquiera que tenga estas características.
02. En un cazo vertemos la leche, añadimos tres cucharadas de azúcar y echamos canela al gusto. Lo ponemos a calentar a fuego medio y removemos hasta que el azúcar se disuelva. Apartamos y dejamos enfriar. Ahora cogemos una rebanada y la sumergimos por ambos lados, retirándola rápidamente para impedir que absorba demasiado líquido y se deshaga.
Te recomiendo que las dejes en un escurridor con un plato debajo para aprovechar después la leche que ha caído. Al hacerlo con este método irás un poco más despacio porque en el escurridor solo cabrán dos o tres rebanadas, ya que las colocaremos una al lado de la otra y nunca sobrepuestas para impedir que se aplasten.
03. Batimos los huevos en un plato aparte. Vertemos aceite en una sartén suficiente para cubrir la mitad de la torrija, ponemos a calentar a fuego medio. Cuando el aceite empiece a calentarse, coges la rebanada escurrida con mucho cuidado con las manos, la rebozas sobre el huevo vuelta y vuelta.......
04. .....y de ahí rápidamente a la sartén. Deben freírse rápidamente por fuera, por eso tienes que colocarlas en la sartén solo cuando el aceite esté caliente, de lo contrario también se harán por dentro.
Lo que se trata es de conseguir que la parte externa quede frita y por dentro estén jugosas. Para ello cuando una cara esté dorada la damos la vuelta y doramos la siguiente, este proceso dura menos de un minuto. Doramos ambas caras y retiramos a un plato con un papel absorbente en su base.
05. En otro plato, echamos azúcar, canela y mezclamos. Cogemos la torrija ya frita, la rebozamos por ambas caras y la pasamos a una fuente. Hacemos este paso con todas.
06. Una vez completada la fuente, calentamos de nuevo el cazo de la leche, le añadimos más azúcar y canela si le hace falta y vertemos un poco sobre la fuente de las torrijas, por encima de ellas hasta que queden bien empapadas ya que luego absorberán mucho líquido.

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